Wednesday, September 13, 2006

El Salto del Angel (25-29/ago/06)

Y por fin el gran momento tan esperado! El Salto del Ángel!

Para visitar el Salto del Ángel necesitas 3 días y un poco de dinero o 1 día y mucho dinero para sobrevolarlo en helicóptero o avioneta. A nosotros nos venía mejor la primera opción...

Desde Ciudad Bolivar salimos temprano en avioneta hasta Canaima. El vuelo dura una hora y es espectacular. La avioneta vuela bastante bajo y puedes observar la selva, los tepuis, los ríos y lagunas desde muy cerca. Canaima es un pequeño pueblo indígena con 1,200 habitantes y la base para visitar el Salto de Ángel. Me sorprendió gratamente lo intacta que se conserva esta pequeña comunidad, tanto su gente como sus infraestructuras, a pesar de los miles de turistas que visitan el Salto cada año. En la Laguna de Canaima hay 4 ó 5 saltos de agua impresionantes y después de comer e instalarnos en nuestro campamento fuimos a conocer uno de los saltos, el Salto del Sapo. Fue divertidísimo y precioso. Hay un pequeño camino para pasar por debajo del salto y no os imagináis la cantidad de agua que cae por allí. El segundo día por la mañana emprendimos nuestra travesía en curiara (la barca utilizada por los indígenas) rió arriba durante 4 horas. Tuvimos mucha suerte con el tiempo y casi durante las horas tuvimos unas vistas increíbles. Éramos un grupo muy ecléctico y polarizado, aparte de nosotros dos habían 3 vascos (más raros que su madre, no por ser vascos sino por raros), una pareja francesa-colombiana y una familia venezolana compuesta por un matrimonio, un bebé de 7 meses y unos abuelos de 70 años!

Llegamos a la base del Salto a las 4 de la tarde y tuvimos que subir al mirador (1 hora cuesta arriba por el bosque a paso ligero) corriendo como locos para que no se nos hiciera de noche. Aunque cada uno a su paso todos llegamos a tiempo para ver el salto antes del atardecer. La verdad es que es impresionante verte frente a un salto de casi 1km de caída! No somos nadie!

El camino de vuelta ya no salió tan bien. El guía se quedó atrás con la familia y los jóvenes tiramos p´alante por nuestra cuenta. Sólo os diré que no nos volvimos a ver las caras todos juntos hasta las 9 de la noche…Unos nos perdimos en el camino de vuelta y entre la oscuridad y la lluvia tardaron un poco en encontrarnos. Otros se quedaron a medio camino con el guía resguardados de la tormenta y reposando el dolor de rodillas y sólo los afortunados llegaron a tiempo para ir al segundo campamento y esperar al resto de inútiles secos y calentitos…

No paró de llover en toda la noche y a la mañana siguiente el salto era el triple de grande que la noche anterior! Entre fotos y más fotos y el desayuno llegó la hora de regresar al campamento del primer día. Esta vez no tuvimos nada de suerte con el tiempo y no pude sacar la cabeza de la capucha en todo el recorrido, pero como íbamos río abajo llegamos en un plis.

A pesar del poco tiempo que pasas en el Salto del Ángel per se la visita merece la pena. Toda la zona de Canaima es impresionante y, si tienes suerte con el tiempo, las vistas son una maravilla. Es el lugar que más me gustó de Venezuela junto con Roraima, nuestro siguiente destino.

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