Wednesday, March 08, 2006

A Josh y a Diego...(11-28/feb/06)

...por pesados! Porque no paran de darme el coñazo para que escriba en el blog!

Lugar: Carretera Austral, Chile
Fecha: mediados de febrero

Por fin llegamos a Cerro Castillo, nuestro primer destino en la Carretera Austral. El sitio debe su nombre a la montaña con forma de castillo que domina el pequeño pueblo. Al llegar allí nos dimos cuenta de que las indicaciones que nos habían dado sobre el trekking por la zona no eran del todo ciertas y decidimos seguir hasta Coyahique donde mi primo Ignacio encontró la inspiración hace unos años y monto una granja. Pasamos 5 días con él cosechando lechugas, cazando gallinas, cortando leña, y lo mejor de todo comiéndonos un cordero asado (y sacrificado la noche anterior) a lo Chileno como fin de fiesta! Y todo ello acompañado de mucho mate y onces (así llaman a la merienda en Chile)

Después de unos días de agroturismo seguimos nuestra ruta en la Carretera Austral hacia Chaitén. En la Carretera Austral llueve mucho y el paisaje es muy verde, casi parece hasta tropical, la niebla baja mucho en determinadas zonas no se ven las copas de los arboles. La carretera es ripio o lo que es lo mismo no esta asfaltada lo cual añade cierto romanticismo a la cosa. Y en mitad de este microclima nada mejor que irse a bañar a unas termas al aire libre, las Termas el Amarillo en Chaitén!

Nuestro siguiente destino de vuelta en Argentina era Bariloche. Por el camino paramos en Futalefú, donde se suponía que íbamos a hacer rafting. Viendo la fuerza del río desde el autobús yo me estaba quedando pálida. Hablando con la gente nos enteramos de que el río Futalefú no era para amateurs como nosotros y de que el Río Manso en Bariloche era más apto para el rafting de andar por casa y mucho mas barato.

Camino a Bariloche también paramos en Esquel, famoso lugar por el Parque Nacional de Los Alerces con arboles de hasta 2000 años de edad. Nos llevamos un pequeño chasco cuando nos enteramos de lo que costaba entrar al parque y llegar a ver uno de estos arboles milenarios. Pero siempre nos quedara el recuerdo de la foto de uno de ellos, llamado El Abuelo, que nos enseño la encargada de la oficina de información turística! En su lugar nos montamos en La Tronchita, el único tren a vapor en funcionamiento en América Latina. En estos días sólo funciona para el turismo pero en sus épocas de gloria fue una alternativa para el transporte de mercancías y personas en la región. Es un recorrido de 1 hora que te lleva hasta una pequeña comunidad Mapuche (de 4 casas!). Al llegar allí las 4 familias se lanzaron a la calle a vender empanadas caseras y artesanía como locas. Creo que es el único momento en el día en que reciben visitas...

Esquel fue el primer lugar donde vimos artesanía y población Mapuche. A partir de Esquel y hacia el norte, tanto en el lado Argentino como en el Chileno, hay grandes asentamientos Mapuches. Ayer mismo presenciamos la autorización de la tala de 10 arboles a una señora Mapuche para construir una cabaña. El pacto entre la autoridad local y dicha señora se firmo con el dedo.

Después de Esquel fuimos a Bariloche. En Bariloche nos quedamos unos días haciendo rafting, escalada y trekking. El trekking se salió! Llevábamos provisiones para caminar 3 días y acampar dos noches. Dejamos Bariloche en un día muy soleado y llegamos a nuestro destino sin ningún problema. Acampamos en un lago en lo alto de una montaña rodeado de mas picos. Como buenos trekkers habíamos revisado la previsión del tiempo antes de salir y sabíamos que había posibilidades de lluvia esa noche. Y así fue, horas antes del amanecer ya se oía el repicar de la lluvia dentro de la tienda. Pero no duró mucho y a la hora de levantarnos ya no se oía ni una gota. ¡ Ya no llueve! ¡Que bien! – dijimos. Pero cual fue mi sorpresa cuando al abrir la cremallera de la tienda vi que estaba nevando. Y debía haber estado nevando toda la noche porque los picos estaban todos cubiertos de nieve. Al principio fue muy chulo pero cuando nos dimos cuenta de que estabamos en lo alto de una montaña y teníamos que seguir caminando la nieve y la niebla ya no nos hizo tanta gracia. Por un momento pensamos volver por donde habíamos venido porque conocíamos el camino y en unas horas estaríamos de vuelta en Bariloche. Pero por otro lado no nos queríamos perder los otros dos días de trekking asi que en un momento que salió el sol decidimos seguir con la ruta originalmente planeada. Al cabo de una media hora volvió la niebla y la nieve. Teníamos 6 horas por delante y a mi no me hacía mucha gracia lanzarnos a caminar bajo el temporal. Josh por el contrario se creía el hombre del tiempo y McGiver a la vez y no paraba de hacer predicciones meteorológicas basadas en el método de sacar el dedo para ver de donde viene el viento y pensaba que teniendo brújula era imposible perderse. Entre pitos y flautas salió el sol otra vez y nos lanzamos a la aventura. El día mejoró, el camino fue muy bonito y solo empezó a nevar 10 minutos antes de llegar al refugio. Por cierto esa noche decidimos dormir bajo techo.

2 Comments:

At 4:07 PM, Anonymous Anonymous said...

OOOOOLEEEE AHÍ!!!! Ésta es mi Esthercita!!!

YAAAAHOOOEYY!!!! This is my Little Esther!!!

 
At 4:19 PM, Anonymous Anonymous said...

Y ahora otro acerca del rafting... por muy bravo que sea el río, nunca pasa nada. Es decir, que si hay alguien dispuesto a organizarte un rafting, es porque no te va pasar nada salvo un par de revolcones...

And this one is about the rafting thing. No matter how wild the river looks. It is always safe. As long as there is someone keen to offer a trip, nothing but a few flip overs will happen to you...

 

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